Apenas 3 meses después de comenzar este proyecto y una vez superadas las incidencias típicas de los comienzos y decidir y preparar el sistema de riego, los huertos de formación van demostrando cómo el verdadero aprendizaje es aquel que surge con la práctica cotidiana, aprendiendo de los errores, pero también de los aciertos y de los retos que hay que superar día a día. Y en este proceso nos encontramos con una favorable evolución de los huertos, a pesar de la aparición de plagas muy puntuales que, como mencionábamos en el anterior post, se han solventado sin problemas.
Por ello, es un orgullo poder presentaros estas imágenes como muestra del buen trabajo realizado por los agricultores durante estos meses. ¡Esto si que es la alegría de la huerta (ecológica)!
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