Oportunidades de autoempleo verde en el Valle del Alberche: el pistachero

Árbol de pistacho. Imagen del blog "Alimentación y salud"

En nuestra tarea de "cazadores de oportunidades" de empleo verde en nuestras zonas rurales, os planteamos una nueva alternativa de autoempleo en nuestro Valle del Alberche: el pistachero. 

Próximamente convocaremos a todos los interesados a una reunión donde estarán presentes nuestros compañeros de la Cooperativa de Desarrollo Rural Valle del Alberche, así  como técnicos de la empresa "Pistachos del Sol", con una dilatada experiencia en el cultivo de pistacho, e interesada en contactar con interesados en su producción en el Valle, debido el gran potencial del terreno para la producción de este fruto. Puede ser una oportunidad interesante... Siempre estamos abiertos a todas aquellas propuestas que puedan generar oportunidades de dinamización de nuestras economías rurales.

Os dejamos algunos datos interesantes sobre el cultivo de pistacho:

Es un cultivo novedoso, cuyo origen se localiza históricamente en Asia occidental, y que ha experimentado un importante desarrollo en nuestro país durante los últimos años. ¿Por qué razón? Porque la gran calidad del pistacho español ha impulsado una importante demanda a nivel mundial que la oferta no puede cubrir a día de hoy, lo que convierte a este cultivo en una interesante oportunidad para emprender.

Es cierto que el planteamiento debe establecerse a medio/largo plazo, ya que se comienza a producir a partir del cuarto año, eso sí, con muy buenos resultados de producción a partir del año 5. A partir de este año, la producción se va a incrementando cada año hasta un máximo en el año 15 con producciones de 20 a 30 kilos/árbol.

El cultivo apenas requiere mantenimiento, ya que los árboles tienden a ser resistentes a las temperaturas y suelen estar fortalecidos por injertos. Además, es un árbol de clima desértico, por lo que la mayoría de plantaciones se realizan en secano, resultando ideales para su cultivo los antiguos viñedos. A pesar de que, por norma general, los árboles requieren de veranos prolongados y secos e inviernos con un mínimo de 700 horas de frío ( siempre recomendable que sea por encima de los 0º), existen diversas variedades con mayor tolerancia al frío, que pueden soportar temperaturas de hasta - 20º.